martes, 4 de septiembre de 2012

Factores que determinan la distribución de la cotorra argentina en Barcelona


Un estudio publicado por el Museo de Ciencias Naturales y por la Agència de Salut Pública de Barcelona, analiza los patrones de distribución de la cotorra argentina en el hábitat urbano de Barcelona, una de las ciudades en el mundo con mayor densidad de población de estas aves. Según el estudio, la actividad humana es un factor determinante en el éxito del establecimiento de esta especie invasora.
 Cotorras argentinas en un patio interior en una ciudad (foto flickr.com)

 El estudio, publicado en Animal Biodiversity and Conservation,  examina las variables responsables de la distribución de la cotorra argentina (Myiopsitta monachus) dentro de hábitats urbanos, uno de los más comunes para esta especie en áreas invadidas.
El objetivo de este análisis es predecir cuáles son las variables ambientales indicativas de su hábitat preferido y permitir diseñar las características del paisaje que hacen que estas áreas sean menos favorables para estas especies.
El estudio fué realizado en Barcelona, ciudad con un área de 102,16 km2 (72,34% está edificada) y 73 barrios, de los cuales 51 están colonizados por las cotorras argentinas. Desde 1975, en que fueron detectadas por primera vez en la ciudad, la especie ha aumentado exponencialmente su población y se ha extendido por toda la ciudad.
La cotorra argentina se caracteriza por la construcción de muchos nidos dentro de una estructura comunitaria de ramas y palos fuertemente entrelazados. Cada nido individual, que se denomina cámara, se utiliza para la cria y el descanso durante todo el año y es reparado y reutilizado año tras año. En 2001 se contabilizaron 313 nidos en Barcelona, mientras que en 2010 el número se incrementó a 650 nidos, con 1.876 cámaras.

Factores más relevantes en la distribución de la cotorra
El modelo utilizado para el estudio, basado en 8 variables preseleccionadas,  mostró dos variables relevantes que explican la abundancia de cotorras en la ciudad de Barcelona: la densidad de los árboles y el porcentaje de personas mayores de 65 años.

Los árboles les aportan su principal fuente de alimento y un lugar para apoyar y construir sus nidos.  Por otra parte, las personas mayores a menudo alimentan a la especie. Los datos obtenidos apoyan la hipótesis de ‘la actividad humana' para explicar cómo las especies invasoras pueden establecerse con éxito en un hábitat no nativo, y subraya cómo la limitación de las fuentes de alimento, especialmente la comida suministrada por las personas, puede ser la forma más sencilla de ejercer cierto control sobre las poblaciones de cotorra argentina.

Metodología del estudio
Para elaborar el estudio se realizó un censo de cotorras entre octubre de 2009 y marzo de 2010, marcando la posición exacta de los nidos y el número de cámaras en su interior y trasladando las coordenadas a un sistema GIS. Esta información, combinada con el mapa de los barrios permitió conocer el número y características de los nidos dentro de cada barrio.
Asimismo, se recogieron datos socioeconómicos, demográficos y urbanos de los barrios. De esta información se seleccionaron las variables que más probablemente afectan a la distribución de la cotorra: la densidad humana, el porcentaje de personas mayores de 65 años, el porcentaje de edificios construidos antes de 1901 (construidos más estrechamente y con menos posibilidad de tener alrededor parques o zonas verdes) y el porcentaje de calles y carreteras (mayor posibilidad de darse zonas con árboles).
Las restantes variables se establecieron con datos del Departamento de Parques y Jardines de la ciudad: porcentaje de césped por barrio, porcentaje de arbustos, la densidad de los árboles (arboles/km2) y porcentaje de superficie forestal por barrio.
De las 295 especies de árboles plantados que hay en Barcelona sólo unos pocos son utilizados por las cotorras para alimentarse o nidificar. La densidad del más utilizado Phoenix sp. y del aŕbol más presente en la ciudad y cada vez más utilizado por las cotorras, el Platanus sp. se incluyeron también como variables independientes.

Resultados
El estudio mostró que el modelo que mejor explica la distribución de las cotorras se compone de las dos variables: densidad de árboles y porcentaje de personas mayores de 65 años. El siguiente mejor modelo incluye una variable más: la densidad de población humana.




Mientras que la posible preferencia de la cotorra por un tipo de árbol no mostró ningún resultado significativo, la actividad humana si resultó ser un factor determinante para explicar como la especie invasora puede establecerse con éxito en un habitat no nativo.
Variables como el porcentaje de personas mayores de 65 años y la densidad de población favorecen, según el estudio, la invasión de las cotorras no sólo porque la actividad humana favorece la fuga y liberación de individuos sino también porque las personas ( preferentemente mayores) les aportan alimento.
Las cotorras han cambiado su comportamiento de alimentación en los últimos años, adaptándose a las nuevas condiciones y al uso de recursos alimenticios nuevos ofrecidos por las personas, principalmente los cereales y el pan, y que representan hasta un 40% de la fuente de alimento de estas aves.
En base a los resultados obtenidos, el estudio sugiere que la limitación de los recursos alimentarios proporcionados por la población sería una forma razonable de controlar esta especie en hábitats urbanos. Sin embargo, estudios que analicen nuevas variables son necesarios para comprender mejor y determinar por qué las cotorras prefieren determinadas zonas en la ciudad de Barcelona.





Articulo original: R. Rodríguez-Pastor, J. C. Senar, A. Ortega,J. Faus, F. Uribe & T. Montalvo:Distribution patterns of invasive Monk parakeets (Myiopsitta monachus) in an urban habitat Animal Biodiversity and Conservation 35.1 (2012)

A su vez publicado en Higiene Ambiental el 16 de julio de 2012

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